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A un mes de la tragedia: memoria y reparación.

 

Hace un mes que nuestras vidas cambiaron para siempre. Los terroristas de Hamás entraban en territorio israelí con el objetivo de hacer todo el daño posible. Lo hicieron por tierra y por aire, y no tuvieron piedad con nadie.

 

Atacaron en la calle, en actos culturales, en comercios, en lugares de culto y en domicilios privados. Golpearon, violaron y asesinaron sin piedad a civiles, con un sadismo que ha trascendido a la opinión pública porque, en su objetivo de buscar el mayor terror, lo grabaron todo en vídeo.

 

Pasearon los cadáveres de civiles judíos. Exhibieron los restos de las mujeres violadas y asesinadas hasta la muerte como trofeos en los traseros de sus camionetas. 

 

Hace un mes que a los judíos de todo el mundo y a las personas de buen corazón se nos encogió el alma al comprobar que habían golpeado a bebés hasta la muerte e incluso que les habían introducido en hornos, resistiéndonos a creer que esto podía estar ocurriendo realmente. 

 

Fueron 1.400 vidas cercenadas por el odio antisemita de Hamás, un grupo que busca la desaparición física de todos los judíos y la destrucción del Estado de Israel.

 

Desde la Comunidad Judía de Almería «Jabrutá «Tikun Olam»» queremos honrar la memoria de todas las víctimas, impidiendo que se olvide o manipule la realidad con eufemismos o «peros» que solo pretenden justificar el antisemitismo más evidente.

 

Desde el pasado 7 de Octubre, las agresiones antisemitas se han repetido por todo el mundo. Se ha perseguido, hostigado, amenazado y vandalizado. Hemos vuelto a épocas donde ser judío es peligroso. 

 

Pero nuestro compromiso es firme. Estamos con Israel en su legítimo derecho a la defensa y a combatir el terrorismo. Queremos de inmediato el regreso de las más de 240 personas secuestradas por Hamás, que no están recibiendo la atención que merecen por parte de los organismos internacionales. Exigimos desde aquí a la ONU y a la Cruz Roja que hagan todo lo que esté en su mano para cumplir con su deber y visitar a los secuestrados y poder comprobar su estado de salud.

 

Que vuelvan ya a casa, y que vuelvan bien. 

 

Nunca más, es ahora.